18 de diciembre de 2010

Te morís o te aíslas….

Te morís o te aíslas, no hay otra salida.

¿Entonces qué hago? ¿me mato o me aíslo?

Creo que me voy a aislar, y pruebo lo que es  vivir….porque si me quedo y me adapto solo voy a lograr sobrevivir, como hacen todos en esta ciudad. Sobreviven…no importa su situación económica o su formación, solo sobreviven. Nadan desesperados en un mar de moral, conductas, necesidades inventadas, mentiras, engaños….

tratan de subir a la superficie pisando a su hermano, intentando tomar una bocanada de aire fresco que los haga sentir vivos…pero se hunden, se hunden en esa sustancia viscosa y oscura y no llegan, se siguen pisando pero no llegan…porque para llegar hay que enfrentarse a todos los miedos, al rechazo …
La mayoría no puede, no tiene fuerzas o no quiere tenerlas, entonces se sienta en el fondo de ese pantano y hacen como si vivieran, hasta se lo creen y hacen creer a sus hijos que la vida es así y no existe otra cosa… y esos hijos crecen en el pantano y hacen lo mismo con sus hijos, y así, hasta que queda tan incorporado que nadie se da cuenta que eso no es vivir.


Ellos no tiene la culpa, no vieron otra cosa y ahora les da miedo la oportunidad de subir. No saben como es. Siempre les dijeron que era malo subir antes de tiempo, que había que esperar.  Que primero el trabajo, el estudio, la “familia”…la familia, esa familia que esta basada en frustraciones, falta de comunicación, stress, engaños, miedos que quedan enterrados para acechar a las generaciones venideras;  esos hijos… hijos buscados o no, amados o no…da igual, no pueden disfrutar de ellos, porque eso es parte de vivir y todavía no les toca…


Entonces esperan, esperan  a llegar a  viejos para empezar a vivir, porque siempre les dijeron que es en esa edad que pueden hacerlo, pero la realidad es que tampoco lo logran. Solo logran descansar o aminorar su peso. Pero ya están muertos.

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